Siempre he pensado que uno como hombre debe sonreír y abrasarla, hacer lo posible por tratar de arrancar una sonrisa y cambiar ese estado de ánimo telenovelesco del que eres víctima y al mismo tiempo un desgraciado culpable ¡Ojo!, yo hablo de aquellas ocasiones en que realmente somos peones en un juego corrupto y que por haber respirado fuerte, terminamos siendo el infeliz de la historia, algo como: “Antonio Ricardo de las Castas” alias “el Chacal”.
Habrá acaso en el mundo una mujer a la que no le guste hacer novelas.
A pesar de mis buenas intenciones mi tolerancia es mínima, yo diría que como de un abrazo fuerte, un te quiero y dos chascarrillos; y después de eso a pesar de que sé que en dos segundos al ver que me enojo ya se le habrá pasado y que la bilis que siento como va escurriendo por mi cuerpo será totalmente vana, termino invariablemente por encabronarme de sobremanera, no es inteligente lo sé, pero no puedo evitarlo.
Es que acaso tienen 9 años, no se supone que maduran antes que nosotros, esa necesidad suya de ustedes de querer mangonearnos es la razón de que nunca me hayan gustado las telenovelas y yaaa lo dijeee.
Igual las amo...
Ashh.. con el corazón raro
Hace 11 años.
1 comentario:
=) me encantó!!!
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