Con celo la lluvia había chispeado las mejillas de tu cara, pero no las de los demás, las calles se habían quedado sucias y ni el bálsamo siquiera del charquito para el pasto; y yo tan suspicaz pensando por qué la lluvia iba rodándote la cara.
Pensando que se puede trasnochar soñando, iba escuchando la lluvia y escuchándola supe que era de aquellas que se pueden provocar sin necesidad de rituales o faramallas y que tienen dueños, que tienen nombres.
De pronto agua en mis mejillas y creí que lloraba, miramos hacia arriba y corrimos a escondernos bajo el canto de los techos de las casas.
Las lluvias con nombres, las mujeres que roban al que no te da razones y mis bromas, yo te las cambio por una sonrisa.
Y así estamos entre carruseles y caballos falsos, el tuyo ni siquiera mira hacia los lados, girando entre engranes oxidados y ni tu alcanzas, ni yo te alcanzo.
Ashh.. con el corazón raro
Hace 11 años.
2 comentarios:
"Puedo ponerme humilde y decir que no soy el mejor. Que me falta algo para atarte a mi cama.
Puedo ponerme digno y decir toma mi dirección cuando te hartes de amores baratos de un rato, me llamas y si quieres también puedo ser tu trapecio y tu red,
tu adiós y tu ven, tu manta y tu frío, tu resaca, tu lunes, tu hastío..."
"entre broma y broma la verdad se asoma"... solo que yo ni distingo que es broma contigo, preferible pensar que es parte de tu personalidad. Gracias por escucharme aunque no lo quieras hacer =)
Publicar un comentario