Lo lograste, eso querías y ahora eres parte de mis miedos, te temo a ti dolor y a las estupidas dudas, las sospechas, a ser tan vulnerable, a esa angustia que no se cansa de regocijarse de hacer lo que mejor hace, que ríe a cada trago de saliva apresurado, que espera con lujuria la amenaza de mis lagrimas, cuando me aferro a ellas y ellas a mi para no darles el placer.
Miedo a ti como aguja punzándome por dentro y haciendo hilos la garganta, miedo de los días y de los meses que “dueles hasta el aliento” y yo a ver como avanza el minutero y tú a mofarte y a esconderte tras de ella, porque cuando te le has escapado de las manos sabes bien que aun llevas su mismo rostro, su mismo nombre y te aprovechas pues sabes bien que ya ni ella es mía, ni tu de ella.
Hoy temo no advertirte a tiempo, que llegues arcano a lastimar de nuevo, a ser novato y enamorado, saber justo lo que hacer y sencillamente no poder y que solo reste invitarme a ver como es que hueso a hueso y poro a poro, uno se vuelve polvo.
Ashh.. con el corazón raro
Hace 11 años.
4 comentarios:
"Hoy por ti, mañana por tí, hasta que no haya más de mi..." Así piensan los hombres como yo. Bravo wey, te quedó chido.
aah cabronnn lo hiciste cuando estabas empedecido verdad?
está muy melancólico jajaja
te quedó bien mijaresss
deberias poner un post con el cuadro de la página 907 del guyton xD
bueno mija que tengas buen puente, me despido con unas palabras...:
"Sinceramente: QUÉ VRG!!! CURITIBA NO EXISTE CABRON!"
-desagradables 403, hoy 2008-
Pasaste de un remedo del Semidios a poeta urbano melancolico que no vende sus poemas, algo asi como Hipolito de Amelie pero mas hippioso. Bueno man siguele y ya consiguete una piedra, un arbol, un pony, algo, para que no estes haciendo post tan melancolicos
¿cuál melancolía? Esto es pura poesía. Y yo derramo lujuría nada más de leerlo.
Le cambiaste muchas frases, ahora me gusta más.
Y las palabras se vuelven a cada suspiro más entrañables. Más de uno y de nadie. Porque "Miedo a ti como aguja punzándome por dentro y haciendo hilos la garganta" esta frase mata y degolla a la felicidad.
Dios, hieres a cada línea. Se escuchan los suspiros y las comas,el ritmo insesante te hace creer que sufres contigo. Como si quisieramos a alguien por igual, con la misma necesitad e intensidad. No estamos luchando, nos rendimos juntos a la desesperanza.
¡ya! que me prolongo, y puedo soltar lágrimas malaventuradas.
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