Te imagino puesto el pijama ridículo, acurrucada, babeando un poco la almohada, roncando bajito y fastidiando el silencio, siempre peleando con el.
Te extraño desde que ya no llamas, hasta tus gorros feos, debí robarme un jironcito de tu pelo, esconderte un calcetín en mi bolsa, uno que no perdiera el aroma del talco de tus pies para regresarte pronto justo cuando te comienzas a ir; jugarte guerritas con los dedos, debí matarte dos becerros y colocarte un beso en el dorso del pie, hacer que esto rimara, despertarte esa madrugada, romper juntos una ventana y que me corrieran de tu casa por decirle a tu mamá que eres una amargada, sólo me quedé una foto de tu niñez perdida que encontré y una deuda de cigarros que no pagué.
Te imagino acurrucada, roncando bajito, peleando conmigo por hacerte piojito.
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Ashh.. con el corazón raro
Hace 11 años.